domingo, 6 de julio de 2008

No cabe duda

Así es, mi estimado bloguero: no cabe duda de que los hombres y las mujeres no somos iguales, ya que a pesar de que podemos convivir y amarnos años y años, nuestras cabecitas son mundos completamente diferentes.
Ni hablar, así fuimos creados.
Les dejo esta página en donde nos explican psicológicamente tales diferencias.

¿A dónde voy con esto?
A contarles algo que me tocó presenciar y que fue en donde me dije: ¡No cabe duda!...

Pues resulta que una servidora estaba tendiendo ropa cuando de pronto se escucharon unos gritos en el patio (vivimos en departamentos con patio compartido). Toda curiosa, la verdad, me asomé para saber qué pasaba y eran unos vecinos discutiendo. Ya saben: las hijas corriendo al padrastro por maltratar a la madre y para no hacerla más larga diciéndose tremendas palabrotototas... y así termina esta parte, el tipo se fue y aquí se rompió una taza y cada quien para su casa.

Al cabo de unos días estaba TheJab escribiendo mientras yo preparaba la comida y tenía la puerta del patio abierta cuando nuevamente escuché unos ruidos y ¿qué creeennn?...
regresó el fulano a buscar a la esposa. No se encontraban las hijas gritonas, sólo la señora.
Ésta no le daba el paso, sólo le preguntó qué deseaba. Él respondió que le habían faltado algunas cosas y que venía por ellas, la señora le decía que no, que le había echado todo y así se la llevaron un rato hasta que éste fue más especifico:
"No estaban todas, faltó una carta importante para mí, un rastrillo y mi desodorante."
Ella continuaba negándolo cuando dijo:
"Pasa tú a buscar."
y él se reusaba...
"No, tú dámelas."

Hasta que ella por fin lo convenció de pasar a la casa, y aprovechó para decirle:

ella - ¿ya vas a cambiar?
él - sólo dame las cosas, las necesito.
ella - es que yo te necesito, fueron tantos años... - (ella con voz quebrantada, casi apunto del llanto). -
él - sólo dame las cosas.
ella - es que yo te di todo - (las lágrimas a punto de salir.) -
él - no es cierto. Faltó la carta, el rastrillo y mi desodorante...

Créanme que casi lloro con la señora, digo como mujer la entiendo, enamorada, casada tantos años, pues duele el perder al compañero que tanto ama, cuando el tipo sale con que le faltaba su carta, su rastrillo y su desodorante. Lógicamente la señora se refería a que le había dado todo en el sentido de amor, cuidado, su vida... en fin: todo lo que vivieron juntos tantos años.

Pues esas lágrimas sí salieron de mis ojos, pero de la risa. Las risas de TheJab se unieron a las mías (hasta la fecha nos acordamos y oooooootra vez nos da risa).

Fue entonces cuando me dije: ¡no cabe duda! los hombres y las mujeres somos diferentes, me queda claro.



Qué les parece, si no lo veo pues no lo creo, que increíble es la humanidad, con que perfección estamos hechos ambos, que somos tan diferentes pero no podemos vivir el uno sin el otro, pese a lo diferentes que somos. ¿Qué será? amor, naturaleza, divinidad, pues será el sereno pero estas son cosas de la vida real, lo dejo a su criterio.

Nos vemos la próxima...¡es que yo te di todo!

... en fin :)

6 comentarios:

esteban lob dijo...

O el marido es tonto... o se pasa de inteligente.
Dicen que no hay peor sordo que el que no quiere oír.

Bueno..al final ¿se llevó la carta
y el desodorante?

(jajaja)

Kix dijo...

Jajajjaa!!! Nooo manches... por eso bien dicen que quien promueve más el machismo son las viejas! Mira que todavía que la maltrata quiere regresar con él!

Eso se llama ausencia de autoestima y no pedazos!

Oyee qué bien me caiste, Tiburcia!! Jeje!

Pereque dijo...

"Es que yo te di todo"
"No es cierto. Faltó la carta, el rastrillo y mi desodorante"

Ay, no sé si reír o llorar.

¡Saludos!

TORK dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
TORK dijo...

Pues es verdad que hombre y mujeres son diferentes, pero no tanto .

Sidurti dijo...

Esa es tragicomedia.Mejor que las telenovelas.
Bueno, y al final ¿si le dió el rastrillo? Yo que ella ni se lo regresaba.